La educación tiene una relativa dureza, ya que no es un
material maleable, tanto maestros como funcionarios no pueden moldearla a su
antojo y en función de sus objetivos, debido a que ya está establecida.
La sociedad como tal es un agente muy influyente, en ella se
elaboran las instituciones a través de la obra humana y luego estas serán
productoras de subjetividades, es decir, ahí se formarán a alumnos con buenos
conocimientos y que sean capaces de afrontar cualquier problemática de la vida
diaria.
Sin embargo, atrás de todo esto existe una gran historia en
donde a través de ella se pudo llegar a la educación actual.
Max Weber enfatizo que se debía fundar un sistema escolar
obligatorio estatal, para ello era necesario que los estados pagaran cierta
cantidad de impuestos y esto se aportara al desarrollo de la educación,
construyendo así el aparato educativo del estado, que era como un monopolio
pero que desafortunadamente trajo como consecuencia la violencia simbólica, que
es toda acción de imposición sobre los miembros del estado, como el imponer una
lengua que es un conjunto de sentidos, cultura que construye una identidad, una
comunidad de sentido y es un modo de ver el mundo.
En los primeros sistemas educativos nacionales, manejaban
como parte de su programa la enseñanza de la historia patria, ya que el
programa escolar no es materia de elección, ha sido seleccionado mediante una
decisión de orden político y debe ser acatado por todos y cada uno de los
docentes en servicio.
La primera obligatoriedad del ciudadano es asistir a la
escuela una vez que cumple la edad establecida para ingresar y debe permanecer
en ella los años que marca la ley.
CONCLUSIÓN
A lo largo de la historia ha habido diversos cambios en la
educación, tanto buenos como malos, pero a pesar de todos ellos, no ha dejado
ni dejara de ser la base para el desarrollo de todo individuo, ya que la educación
es la herramienta más eficiente para cambiar el mundo, es por ello que se
volvió algo obligatorio.
Nosotros como futuros docentes debemos ser agentes
transformadores de alumnos con mentalidad en grande, con aspiraciones y
expectativas de triunfo, con conocimientos y valores bien cimentados para que
en un futuro sean capaces de afrontar todas las problemáticas que se les
presenten, que desarrollen todas sus destrezas, habilidades y que sean personas
autónomas.
Para lograr este objetivo nos debemos basar en el plan y
programa del sistema educativo que es la guía que nos acompañara día con día en
la práctica docente.
